lunes, 16 de marzo de 2015

Y TÚ, MÁS.






Y TÚ, MÁS.

Si nos atenemos al refranero español, experto en vaticinios. “Nadie es profeta en su tierra” todos sabemos lo que quiere decir; pero pocos, saben el por qué de este refrán tan “castizo” Sin lugar a dudas, se debe a la envidia, muy arraigada en este país bananero de pandereta, que gusta del poco esfuerzo y sacrificio. Fiel reflejo queda patentado en los partidos políticos españoles. En vez de unir esfuerzos para sacar adelante el país, se tiran los trapos sucios a la cabeza. El conocido: “Y tú, más” es claro ejemplo. Poco importa todo lo demás: Que la gente pase hambre y frío. Que se queden sin vivienda. Que se suiciden. Mientras ellos tengan un buen sueldo, dietas, excedencias etc., y a sus familiares más próximos no les ocurra nada, que les den, a los demás. Así de claro. Y señores, la vida sigue. Sin entender, que a todos nos espera el mismo final y, cada cual con su conciencia y, las Elecciones, a la vuelta de la esquina.
En el extranjero conocen a los españoles por: Ladrones. Sinvergüenzas y envidiosos. Duele aceptarlo, pero..., no van desencaminados. Estamos a la cabeza europea en CORRUPCCIÓN. Nos importa mucho nuestro propio ombligo o ego, y lo demás es: coser, cantar y... fútbol. Deporte rey, de la adoración al cuerpo; la mente la dejamos desamueblada y que coja polilla. Y, así, nos va, después. La Sanidad, la Educación, la Cultura, se dejan al albur y libre albedrío del Ministro de turno, capitaneado por ideologías partidistas y no Sociales, que serían lo más adecuado, y el barco cada vez zozobra más. El desenlace no parece prometedor a tenor de los batacazos que nos vamos llevando en este mar... de intereses especulativos. Claros ejemplos: Venden un gran edificio a un banco por 3 euros. Y, por qué no se aplica el mismo criterio a los desahucios. Dación en pago, pagas tres euros y adiós, muy buenas. Ah, eso no. Lo mismo que con las empresas que se declaran en quiebra o suspensión de pagos. A estos, no se les reclama nada, y se les da otra oportunidad, o tantas como empresas quiebren. En cambio, una familia que no tiene trabajo se la desahucia sin más y además tiene que pagar la deuda de los intereses. ¿Muy injusto, no? Y, si sabemos que el gran problema está en la falta de trabajo, por qué no se ponen todos los esfuerzos en crearlos y no en destruirlos. Por qué no se penalizan a las empresas que teniendo ingentes beneficios despide a trabajadores, sin más. ¿En qué mundo vivimos? ¿En el de los psicópatas? Porque este sistema es: ANTISOCIAL TOTAL.


Reflexión de: Fidel león, @Bailedelocos

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