9.
EXORCISMO EN...
Diario
de Emily Blanch
No
sé qué me está ocurriendo; a veces al soñar, creo ver ángeles
que, de repente, se convierten en demonios horribles que quieren
apoderarse de mi; y entonces, me despierto muy asustada. Intento
gritar; pero mi voz queda paralizada de la misma angustia que me
provocan estas... ¿¡"visiones"¡? Unas, son de placidez
y éxtasis, las otras; son enigmáticas y lascivas.
Emily
escribía en su diario, sentada en un banco del jardín sin advertir
la llegada de Robespierre, sorprendiéndola.
_¡Que
día más radiante hace, Emily! _ esbozó alegre.
A
Emily, de la sorpresa, le cayó el diario al suelo al intentar
cerrarlo con rapidez y disimulo. Robespierre quiso recogerlo, pero
ella, inesperadamente, lo abroncó, furiosa:
_
¡Ni lo intentes! Sé de tus intenciones.
Robespierre
quedó anonadado. Su rostro enrojeció. Nunca la había visto tan
nerviosa e iracunda.
_Lo
siento, Emily. _Se disculpó y desapareció veloz, dejándola con la
palabra en los labios. De pronto, oscureció. Comenzó a caer una
lluvia intensa. Emily protegió su diario del aguacero
quedando
empapada y sollozante. Una sombra se acercó por su espalda. Ella,
gritó, espantada.
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