12.
EXORCISMO EN...
Costa
de la Muerte, Galicia, España.
Orfanato:
“Hermanas de la Caridad”
Una
joven saltó al vacío desde el tejado del orfanato gritando:
_
¡No permitiré que profanen más mi cuerpo! ¡El Mal, está aquí!
La
muchacha se había empotrado con el pavimento, reventándose. Sus
ojos delataban un inenarrable sufrimiento; las hermanas y novicias se
acordonaron junto al cadáver de la joven, consternadas por el
trágico e inesperado suceso. Al tiempo, se escuchaban desgarrados
gritos desde los grandes y altos ventanales de otras jóvenes que
habían presenciado el macabro suicidio. Estaban aterradas, ya que,
parecía, como si algo o alguien las atormentara con brutalidad.
La
Abadesa se santiguó y se arrodilló, seguida de todas las demás
presentes, y oraron en silencio. Al terminar, se levantó y miró
hacia arriba... sus ojos interrogativos, buscaban alguna respuesta a
la tragedia...
En
la verja de la puerta principal, a unos cien metros del orfanato,
una mujer cuarentona, insistía en entrar; pero parecía ser, que
nadie le permitía el acceso al rencinto. Ella, agarraba con sus
manos fuertemente los barrotes y zarandeándolos gritaba a lágrima
viva:
_¡¡¡Devolvedme
a mi hija!!! ¡¡¡Devolvedme a mi hija!!!
Era
un lugar aislado del mundanal ruido y nadie la oía gritar, para su
desgracia, y en caso que, desde el orfanato la escucharan, no parecía
que le hicieran el menor caso. No estaban las hermanas para la
labor...
Horas
después, la mujer muy cansada de esperar y gritar, se fue alejando
del lugar, y tras una media hora de caminata, surgió de repente, por
la empinada cuesta un Rolls Royce blanco que a poco estuvo de
atropellarla...
Al
llegar al orfanato, el lacayo, abrió la puerta. Casandra salió del
auto.
La
Abadesa María la esperaba en el rellano del portal. La saludó con
dos amigables besos y accedieron ambas al edificio...
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