20.
“EXORCISMO EN...”
“A
las rubias envidias
porque
naciste con color moreno,
y
te parecen ellas blancos ángeles
que
han bajado del cielo.
¡Ah!,
pues no olvides, niña,
y
ten por cosa cierta,
que
mucho más que un ángel siempre pudo
un
demonio en la tierra”.
ROSALÍA
DE CASTRO, “Obras completas”.
Una vez recitado el poema, Emily cerró el libro lentamente delante de su pupitre de madera vieja, miró tímidamente a la Abadesa, quien sentada frente a ella, ojeaba unos folios, que al parecer, la habían puesto de mal humor, y le preguntó:
_
¿Emily, qué piensas del Misticismo de Santa Teresa de Jesús?
Supongo que llevas al día la lección que os propuse estudiar el
viernes pasado. ¿Verdad?
_
Sí ... pero...
_
No hay peros, Emily. No hay peros, ni excusas que valgan. Aquí en
esta Santa Institución, en la que os estáis culturizando, nuestra
labor más importante es que salgáis de aquí (si Dios... lo quiere),
formadas con los cuatro pilares básicos:
_ ¡Honestidad! ¡Pulcritud! ¡Rectitud! ¡Compostura! _Dijeron todas
las alumnas, desde sus caducos pupitres.
_
¿Acaso creéis que es labor fácil la nuestra? ¿Pensáis quizás,
que nuestros esfuerzos para educaros no son suficientes? Tiempos
estos, los que corren hoy: Poca educación, pereza, blasfemias y
obscenidades. ¡No! Aquí no se os permite “vegetar”, tenéis
que ser laboriosas, como las buenas abejas... los zánganos, no los
quiere nadie, y terminan muriéndose de hambre. Bueno, contesta
ahora a mi pregunta y, sin objeciones, a las que nos tienes tan
acostumbradas, por tu idiosincrasia timorata...celestial. _ Le dijo
sor Miranda, inquisitiva a la vez que, despreciativa, mirándola por
encima de sus quevedos dorados.
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