14.
“EXORCISMO EN...”
_
No es la única niña que se ha suicidado. Aquí entre estas cuatro
“santas” paredes, ocurren cosas muy extrañas.
_
¿Qué me estás queriendo decir?
_
Nada. Prefiero callar, que luego, todo se sabe.
_
¿¡Cuántas más!?
_
Las suficientes para que la policía, lo investigue.
_
¿Tienes pruebas que demuestren lo que estás diciendo?
_
Le digo que son suicidios... INDUCIDOS.
_
No puedo contar nada más, o la próxima vez seré yo...
_
¡Espera, por favor! ¿De qué tienes tanto miedo? Lo veo en tu
mirada. Confía en mi. ¡Quiero ayudarte!
_
Nadie nos puede ayudar. Nadie. Nadie. Nadie. _La joven, rompió a
llorar.
_
Robespierre la cogió de un brazo. Se sentía embargado por la
emoción de la joven muchacha. Piedad, ira, frustración y
confusión, lo invadieron a la vez.
_
¡Suélteme, me hace daño! ¡¡¡Es la casa del Diablo!!! _Gritó y
salió corriendo. _Robespierre siguió a la muchacha y cuando la hubo
alcanzado...
_
¡Déjeme tranquila! Lo único que conseguirá es que me maten a mi
también.
_No
temas. Nada te va a ocurrir; al menos mientras estés conmigo.
_
Ja, qué poco sabe de lo que, por aquí, sucede. Hoy estás; mañana
...desapareces.
_
¡Las personas no desaparecen así, por arte de magia!
_
Eso es lo que usted cree, padre Robespierre; pero yo ya he visto
demasiadas cosas para dudar de mí misma. Sé lo que he visto.
_
¿Qué “cosas” has visto? Sé más explícita, por favor, te lo
ruego.
_
Misas negras, posesiones... diabólicas.
_¿¡Te
refieres a una secta satánica!?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario