EXORCISMO
EN...
_Tienes
que hacerlo.
_
Ahora, no es el momento.
_
Debes hacerlo. Piensa en todo lo que ha ocurrido.
_
¡Los muertos no vuelven! ¿Cuándo lo vas a entender?
_
No pienso rendirme. Jamás, me rendiré.
_
Es demasiado tarde.
_
¿¡Tarde!... para qué?
_
Para lloriquear. _Edgar, miró a Robespierre con iracundia. Sus ojos
humedecidos, brillaban resplandecientes como la luna llena que,
tímidamente asomaba su cara de entre la tenebrosa oscuridad.
_
¡Todo esto, tiene que terminar de una vez por todas!
_
Terminará. No te quepa la menor duda. _Musitó Edgar.
_¿Estás
planeando vengarte, Edgar? Percibo en tu mirada...
_
No es mi mirada la que manda, es mi corazón.
_Tu
corazón hace tiempo que murió.
_
¡Qué sabrás tú de amor, maldito!
_
El odio te ciega, te obsesiona...te envenena.
_
Puede... puede que...
_
Balbuceas como los tontos, Robespierre.
_
¡No me provoques más, o antes que la luna desaparezca... estarás
muerto! _Ambos se miraron desafiantes...
_
Déjame solo. ¡Lárgate! Si no quieres que yo, te mate antes.
La
luna avanzaba en su esplendor, y parecía estar a la espera...¿A la
espera de qué? De pronto, unos desgarrados gritos...
_¿¡Ha
sido la voz de Emily!?_Inquirió Robespierre a Edgar. Ambos quedaron
sorprendidos e inquietos... elevaron sus miradas hacia la casona, a
unos cien metros de donde ellos se encontraban; La luz que se
divisaba por la ventana parecía temblar con brutalidad.
_
Ha vuelto.
Robespierre
y Edgard se miraron en silencio. Esta vez no había rivalidad en sus
ojos.
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